jueves, 29 de octubre de 2015

LADRÓN DE SÁBADO (guion, libreto)

Ladrón de sábado
(Libreto basado en la adaptación del cuento “Ladrón de sábado”, de Gabriel García Márquez)
Por: Miguel Cardinale Sánchez
PERSONAJES
Ana: señora treintañera, casada, madre de una niña, presentadora de un programa musical
Pauli: hija de Ana
Hugo: Guarda de seguridad en un banco y ladrón durante los fines de semana
Barbarita: vecina chismosa (como la Barbarita de Sábados felices)

PRIMER ACTO
(Al extremo izquierdo del escenario hay un marco de ventana, por el cual va a ingresar el ladrón. En el centro, los muebles de una sala, un sofá, una butaca, un armario o “bifé” al fondo. Por allí cerca un horno microondas. Al extremo derecho, una alcoba)
El ladrón entra sigilosamente, con un pasamontañas, un morral o tula y una linterna pequeña, sus gestos indican que rompe la cerradura de la ventana, salta y entra; en la sala inspecciona los objetos de la sala y silenciosamente empaca algunos en su maleta o tula. Luego, Ana, adormilada, entra en escena y se sorprende de ver al intruso)

Ana:     (Asustada, asombrada) ¿Qué hace usted aquí?
Hugo:  (cínico, con desfachatez) ¿Y no lo ve?... ¡Robando!
Ana:     Ah, ¿sí? Mire, no sea tan sinvergüenza, hágame el favor de llevarse lo que quiera, pero
            váyase ya, no quiero que mi niña se dé cuenta y se espante.
Hugo:  No, señora, no se preocupe, que yo no espanto. Más bien…
Ana:     ¡Ah! Y aparte de ladrón, cínico y presumido…
Hugo:  Sí, señora, ¿y qué come que adivina? Pero, bueno, cambiando de tema, veo que tiene
una de las mejores colecciones de música que jamás haya visto: boleros, danzones,
baladas.
Ana:     Sí, es parte de mi trabajo.
Hugo:  ¿Cómo así?
Ana:     Soy la conductora de un programa de boleros.
Hugo:  ¡Claro! Ahora caigo en la cuenta, usted debe ser la presentadora del programa “Su
            majestad el bolero” de La Mega.
Ana:     Sí, y por favor, le ruego que se lleve cualquier cosa, menos mis discos.
Hugo:  (quitándose el pasamontañas) ¿Sabe qué..? Es para mí un placer conocer en persona a la
            presentadora de mi programa musical favorito.
Ana:     Sí, le creo. ¡Cómo no!
Hugo:  No soy un simple ladrón, mi querida dama. Tengo un empleo, soy guarda de seguridad en
un colegio, y esto que me ve haciendo ahora no es más que…, digamos, un pasatiempo.
Ana:     ¡Bonito pasatiempo!
Hugo:  Un pasatiempo que me permite conocer a gente tan interesante como sumercé.
Ana:     Bueno, señor caco, agarre lo que se va a robar, y váyase que pronto llegar mi marido.
Hugo:  No, no llegará. Ya sé que se fue de viaje.
Ana:     Vea pues. Está usted muy enterado.
Hugo: Sí, y también le pido un favor: no me trate de caco.
(La pequeña Pauli entra a la sala, carga un osito de peluche, y siente curiosidad por la presencia del intruso)
Ana:     Nena, pensé que estarías dormida.
Pauli:   ¿Quién es el señor?, ma.
Ana:     Ah, un viejo amigo que pasó por aquí a hacernos una visita.
Pauli:   ¿Y cómo se llama tu amigo?
Hugo:  (interrumpe Hugo) Hugo, me llamo Hugo, nena linda. Y ahora tu mami va a poner algo de
            música porque vamos a recordar viejos tiempos.
                        (dirigiéndose a Ana) Escuchemos algo de Beny Moré: “Cómo fue”, ¿sí?
Ana:     Está bien, si eso es lo que quiere oír.
Hugo:  Sí, y tengo mucha hambre… si me puedes brindar algo para cenar y, por favor, me
gustaría probar algo de ese vino de Amontillado que tienes ahí en el bifé.
Ana:     Sí, señor, todo lo que usted diga, se le complacerá.

(Ana toma un CD hace que suene el bolero “Cómo fue”; luego va al fondo a servir el vino, mientras Hugo se pone a jugar con la niña.
Ana se dirige al teléfono para intentar hace una llamada, pero comprueba que el cable de conexión ha sido roto.
Ana aprovecha y saca un frasco de somníferos, con la intención de ponerlo a dormir. En un microondas mete un plato con comida para calentarlo. Ana trae dos copas y le ofrece una a Hugo, quien la rechaza)

Hugo: (rechazando el vino) No primero, bailemos un poco mi bolero preferido.
            (Ana acepta y se ponen a bailar un rato)
            Eres la mejor pareja de baile con quien jamás haya bailado este bolero.
Ana:     Gracias, pero mejor vamos y brindemos: luego podemos seguir con el baile.
Hugo:  Está bien, brindemos.
                        (Hugo se adelanta y hace un intercambio de copas, sin que Ana se dé cuenta)
            ¡Por nuestro reencuentro! (dice levantado su copa y haciéndola chocar con la de Ana)
Ana:     ¡Por nuestro reencuentro!
Hugo:  ¿Podrías traer ya la comida? Perdón, pero las tripas me truenan.
Ana:     ¡Listo! Ya te traigo el pollo.
                        (Ana saca la comida del microondas y lo pone en la mesa para que Hugo coma)
Hugo:  (Prueba la comida) Mmmm… ¡Está riquísimo! ¡Quién pidió pollo!
Ana:     ¡Huy! Me siento algo cansada, mareada, creo que es por el alcohol. (Va y se echa en el
sofá y muy pronto queda dormida)
Hugo: (Dirigiéndose a Pauli) Tu mami se ha quedado dormida. Cubrámosla… con una cobija
 para que no sienta frío. (Le echa una cobija encima).
Pauli:   Yo también tengo mucho sueño.
Hugo:  Sí, es hora de dormir.
(Hugo acomoda a la niña sobre una alfombra, al lado de la madre, la cubre con otra cobija y se dirige al interruptor para apagar la luz)
Cae el telón

SEGUNDO ACTO
(Ha amanecido. Hugo está jugando con la niña sobre el suelo. Ana se despierta, se despereza, se mira a sí misma con sorpresa y luego mira a Hugo y a la niña)

Ana:     ¡Huy! ¿Qué me pasó? Dormí como un lirón.
Hugo:  Caíste rendida como una marmota.
Ana:     ¿Yooo..? ¿Una marmota?
Hugo:  ¡Ay! No se me ofenda, es una broma. Marmota no… mamacita.
            (Tocan a la puerta. Es la vecina, Barbarita. Hugo se levanta, intercambia miradas con Ana,
            se desplaza para ocultarse un poco)
Ana:     Vecina, buenos días. ¿Qué hace levantada tan temprano?
Barbarita:        Buenos días, mamita. Imagínese que me levanté a preparar desayuno y no tengo
 ni una cucharadita de azúcar para el café. A ver si me presta una media librita de azúcar o
me invita a tomar una tacita.
Ana:     Ay, vecina, qué pena, pero precisamente ahorita me toca ir de mercado porque no tenga
nada en la despensa, pero seguramente la comadre Saturnina, aquí al lado, le puede
colaborar.
(Barbarita estira el cuello y trata de ver hacia dentro de la casa de Ana)
Barbarita: (Toda pícara) Ay, Anita, no me diga que tiene por ahí buena compañía aprovechando
que el cucho está de viaje.
Ana:     Ay, Barbarita, ¿cómo cree? Qué mente tan cochambrosa tiene usted, y siempre tan
            perspicaz.
Barbarita: ¿Perspicaz o chismosa? Dígalo, mijita ¡Dímelo de frente! Igual, ya estoy acostumbrada
 a que me ofendan. Pero bueno, me voy por el azúcar, para poder arrancar el día con mi
 buena dosis de cafeína. Chao, vecina.
Ana:     Hasta luego, vecina, que le rinda.
                        (Ana cierra la puerta y Hugo se acerca a ella)
Hugo:  Bueno todo ha sido muy agradable, pero yo me tengo que ir, me toca iniciar el turno de las
            diez.
                        (Hugo va sacando las cosas que había robado para devolvérselas a Ana)
Ana:     No hace falta. Llévese sus cosas; al fin y al cabo, usted vino fue por eso.
Hugo:  No, no me llevaré nada; vale más lo bacano que lo pasé aquí.
Ana:     Bueno, como prefieras. (Se dirige hacia la puerta para abrirla y que Hugo salga)
Hugo: (Ya en la puerta, le da un abrazo a Ana para despedirse y acaricia la cabeza de Pauli. La
            niña sonríe)
            Adiós, cuídate.
Ana:     Chao, cuídate tú también.
            (Hugo se va alejando mirando a Ana, quien ya casi va a cerrar la puerta, pero sale un poco
            y…)
            Ah, una cosa, el próximo fin de semana mi marido saldrá de viaje otra vez.
                        (Hugo la saluda con su mano y le pica el ojo)


Cae el telón

LADRÓN DE SÁBADO (CUENTO)

Nota.- Con base en este cuento los estudiantes de 702-704 y 802-804 podrán hacer un video con la drmatización del cuento, en grupos de 4 o 5 . Pueden hacer pequeños cambios, pero sin cambiar el argumento básico del relato.

Ladrón de sábado
Gabriel García Márquez (Colombia, 1927- México, 2014)



Hugo, un ladrón que sólo roba los fines de semana, entra en una casa un sábado por la noche. Ana, la dueña, una treintañera guapa e insomne empedernida, lo descubre in fraganti. Amenazada con la pistola, la mujer le entrega todas las joyas y cosas de valor, y le pide que no se acerque a Pauli, su niña de tres años. Sin embargo, la niña lo ve, y él la conquista con algunos trucos de magia. Hugo piensa: «¿Por qué irse tan pronto, si se está tan bien aquí?» Podría quedarse todo el fin de semana y gozar plenamente la situación, pues el marido -lo sabe porque los ha espiado- no regresa de su viaje de negocios hasta el domingo en la noche. El ladrón no lo piensa mucho: se pone los pantalones del señor de la casa y le pide a Ana que cocine para él, que saque el vino de la cava y que ponga algo de música para cenar, porque sin música no puede vivir.  

A Ana, preocupada por Pauli, mientras prepara la cena, se le ocurre algo para sacar al tipo de su casa. Pero no puede hacer gran cosa porque Hugo cortó los cables del teléfono, la casa está muy alejada, es de noche y nadie va a llegar. Ana decide poner una pastilla para dormir en la copa de Hugo. Durante la cena, el ladrón, que entre semana es velador de un banco, descubre que Ana es la conductora de su programa favorito de radio, el programa de música popular que oye todas las noches, sin falta. Hugo es su gran admirador y mientras escuchan al gran Benny cantando Cómo fue en un casete, hablan sobre música y músicos. Ana se arrepiente de dormirlo pues Hugo se comporta tranquilamente y no tiene intenciones de lastimarla ni violentarla, pero ya es tarde porque el somnífero ya está en la copa y el ladrón la bebe toda muy contento. Sin embargo, ha habido una equivocación, y quien ha tomado la copa con la pastilla es ella. Ana se queda dormida en un dos por tres.

A la mañana siguiente Ana despierta completamente vestida y muy bien tapada con una cobija, en su recámara. En el jardín, Hugo y Pauli juegan, ya que han terminado de hacer el desayuno. Ana se sorprende de lo bien que se llevan. Además, le encanta cómo cocina ese ladrón que, a fin de cuentas, es bastante atractivo. Ana empieza a sentir una extraña felicidad.

En esos momentos una amiga pasa para invitarla a comer. Hugo se pone nervioso pero Ana inventa que la niña está enferma y la despide de inmediato. Así los tres se quedan juntitos en casa a disfrutar del domingo. Hugo repara las ventanas y el teléfono que descompuso la noche anterior, mientras silba. Ana se entera de que él baila muy bien el danzón, baile que a ella le encanta pero que nunca puede practicar con nadie. Él le propone que bailen una pieza y se acoplan de tal manera que bailan hasta ya entrada la tarde. Pauli los observa, aplaude y, finalmente se queda dormida. Rendidos, terminan tirados en un sillón de la sala.

Para entonces ya se les fue el santo al cielo, pues es hora de que el marido regrese. Aunque Ana se resiste, Hugo le devuelve casi todo lo que había robado, le da algunos consejos para que no se metan en su casa los ladrones, y se despide de las dos mujeres con no poca tristeza. Ana lo mira alejarse. Hugo está por desaparecer y ella lo llama a voces. Cuando regresa le dice, mirándole muy fijo a los ojos, que el próximo fin de semana su esposo va a volver a salir de viaje. El ladrón de sábado se va feliz, bailando por las calles del barrio, mientras anochece.

írsele el santo al cielo: olvidarse de algo; distraerse y olvidar lo que uno tenía que hacer.

Cómo fue (bolero)  - Canta: Beny Moré


Cómo fue
no sé decirte cómo fue.
No sé explicarme qué pasó
pero de ti me enamoré.
Fue una luz
que iluminó todo mi ser;
tu risa como un manantial
regó mi vida de inquietud.
Fueron tus ojos o tu boca,
fueron tus manos o tu voz,
fue a lo mejor la impaciencia
de tanto esperar tu llegada.
Más no sé,
no sé decirte cómo fue;
no sé explicarme qué pasó,
pero de ti me enamoré

lunes, 19 de octubre de 2015

FIGURAS LITERARIAS II (2ª parte) - Nivel: 7º

Figuras literarias (II) – Nivel: 7°

En Figuras literarias I (1ª parte) ya vimos: Metáfora, símil, adjetivación, aliteración, antítesis, pleonasmo y acróstico

Onomatopeya. Es una palabra o grupo de palabras que imitan el sonido de la cosa o acción que describe. Con frecuencia, las onomatopeyas imitan los sonidos de los animales y se usan en los comic para representar diversos sonidos. Ejemplos:
No dijo ni pío.   Me desperté por el kikirikí del gallo.     Cú cú cantaba la rana.

Hipérbaton. Es una alteración o inversión de lo que se considera el orden normal de los elementos de la oración (el orden sintáctico).
Cerca del Tajo, en soledad amena, / de verdes sauces hay una espesura.
(Hay una espesura de verdes sauces, en soledad amena, cerca del Tajo.)

Y en los senos abrasados
engendra con doble holganza,
o con tormentos doblados,
cada risa una esperanza.


(Cada risa engendra una esperanza, con doble holganza o cono tormentos doblados, en los senos abrasados)

Personificación o prosopopeya. Consiste en atribuir a un ser que no es persona o ser animado cualidades que pueden desarrollar las personas o seres animados. Ejemplos: Gime el viento  | Los sauces lloran  | Se queja el mar

Los invisibles átomos del aire                         
en derredor palpitan y se inflaman

en la mañana galante
rezan a Dios las campanas

Asíndeton. Consiste en agrupar sin conjunciones, una serie de elementos coordinados. Se produce un efecto de viveza, aceleramiento o gradación. Son conjunciones: y, o, ni, que, porque, etc.

Acude, corre, vuela,
traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
no perdones la espuela,

Polisíndeton. Consiste en repetir conjunciones aunque sean innecesarias para unir una serie elementos, pero buscando un efecto de cadencia o detención. Son conjunciones y, o, ni, que, porque, etc.

Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
    (Por: Federico García Lorca,
    España 1898-1935)
Soy un fue y un será y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja y he quedado
presentes sucesiones de difunto…
    (Por: Francisco de Quevedo,
    España 1580-1645)

PRÁCTICA. Escribe, en tu cuaderno, dos ejemplos originales de cada figura literaria estudiada, dentro de un contexto y no aisladamente.

Onomatopeya

Hipérbaton

Personificación

Asíndeton


Polisíndeton

GÉNERO LÍRICO, LA POESÍA - Nivel: 7º

Poesía y género lírico - Nivel: 7°

La poesía es una manera especial de utilizar el lenguaje, haciendo énfasis en ciertos recursos formales para expresar un determinado mensaje o sentimiento. En la poesía se manejan recursos gráficos, como los versos (renglones cortos), y recursos fónicos como la rima y, el más importante, el ritmo.

PROSA y VERSO
En la prosa los renglones largos, que van de margen a margen, forman oraciones y un grupo de éstas forman un párrafo. La prosa se emplea en la mayoría de los textos (narrativos, expositivos, argumentativos, etc.).

Los versos son los renglones más o menos cortos de los poemas; un grupo de versos (de dos, tres o más versos) forman una estrofa. Los versos se emplean principalmente en la poesía; pero la poesía también puede escribirse en forma de prosa, la llamada prosa poética.

Estrofas según el número de versos. Las más comunes son:
Pareados (dos versos) Quinteto (5 versos)                 Octava (8 versos)
Terceto (3 versos)                   Sextina (6 versos)                   Novena (9 versos)
Cuarteto (4 versos)                 Séptima (7 versos)                  Décima (10 versos)

GÉNERO LÍRICO. En un texto lírico el autor expresa sentimientos, sus ideas subjetivas sobre sí mismo  el mundo.
No todo poema es del género lírico; hay poemas narrativos y poemas líricos. Un poema lírico puede tratar el tema del amor, de la decepción amorosa, de sentirse triste, de ver los paisajes ya sea con alegría o con tristeza según el estado de ánimo del hablante lírico.

POESÍA NARRATIVA es la que narra una historia como es el caso de las fábulas o las hazañas de un héroe. Las fábulas son ejemplos de poesía narrativa.

POESÍA LÍRICA es que expresa los sentimientos del yo poético, qué siente el poeta en sus relaciones afectivas con otras personas o cómo lo impresionan las maravillas de la naturaleza.

TIPOS DE RIMA
La rima es la coincidencia de sonidos, total o parcial, a partir de la última vocal acentuada, entre las últimas palabras de los versos. Por ejemplo, en estos versos de Rubén Darío:

Juventud, divino tesoro
ya te vas para no volver;
cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer.

(Vemos que la última palabra del primer verso rima con la última palabra del tercer verso: tesoro y lloro; y que la última palabra del segundo verso rima con la última palabra del cuarto verso: volver y querer)

Rima consonante: Igualdad de sonidos, partir de la última vocal acentuada en dos o más versos.

Cultivo una rosa blanca,
en julio como en enero,
para el amigo sincero
que me da su mano franca.    (Rima consonante entre los versos 1 y 4, y 2 y 3)

Rima asonante. Igualdad de los sonidos vocálicos solamente.
Por las mañanas
mi pequeñuelo
me despertaba
con un gran beso. (José Martí)

Rima blanca. No hay coincidencia de sonidos entre los finales de los versos.
     Cada ciudad puede ser otra
     cuando el amor la transfigura
     cada ciudad puede ser tantas
     como amorosos la recorren.  (Mario Benedetti)

Medida de los versos
Los versos se clasifican según el número de sílabas poéticas, así:
   Tetrasílabo (4 sílabas)                     
   Pentasílabo (5)                        
             
   Hexasílabo (6)
   Heptasílabo (7)
   Octosílabo (8)             
   Eneasílabo (9) 
   Decasílabo (10) 
   Endecasílabo (11)
   Dodecasílabo (12)
   Tridecasílbo (13)
   Tetradecasílabo o alejandrino (14)

Para contar las sílabas poéticas de un verso, se siguen estas cuatro reglas básicas (hay otras):

1.               Si el verso termina en palabra grave (rama, encanto, etc.), se cuenta normalmente.
2.               Si el verso termina en palabra aguda (vio, implora), se añade una sílaba al contar.
3.               Si el verso termina en palabra esdrújula (estico, íntimo), se resta una sílaba al contar.
4.               Se tiene en cuenta la sinalefa: Se unen la vocal final de una palabra con la vocal inicial de
la siguiente. Por ejemplo:


Quie|ro a| la | som|bra | de un | a |la”          
              1      2     3       4    5      6       7    8               (por la sinalefa resultan 8 sílabas)

viernes, 16 de octubre de 2015

SIGNOS: DOS PUNTOS, PARÉNTESIS Y OTROS - 8º

SIGNOS DE PUNTUACIÓN - 8º
Los dos puntos, puntos suspensivos, interrogación, admiración, raya y paréntesis

Los dos puntos (:) se emplean
1)     Tras las fórmulas de saludos en las cartas. Ej.: Estimada doctora López:
2)     Tras anunciar una enumeración. Ej.: Se leerán tres cuentos: Caperucita, Pulgarcito y Pinocho.
3)     Para introducir lo dicho textualmente. Ej.: Sócrates dijo: “Solo sé que nada sé”.
4)     Para introducir una explicación. Ej.: No necesitaba comer: ya estaba lleno.

Los puntos suspensivos (…) se emplean cuando
1)     Se deja en suspenso el discurso porque no se recuerda algo o para generar intriga.
Ej.: Quizás usted
2)     Se interrumpe el discurso porque lo que sigue ya es sabido. Ej.: Perro que ladra
3)     Al transcribir un texto se suprime algún fragmento, y los puntos se encierran entre corchetes. Ej.:
La pregunta que […] nos hacemos   (Se omitió: muchos de nosotros)

Los signos de interrogación (¿?) se utilizan para encerrar las oraciones interrogativas directas e indican la entonación de pregunta que da el hablante. Ejemplo:
¿Quién dijo eso?

Nota.- Hay preguntas indirectas que no se encierran con los signos de interrogación. Ejemplos:
Dime quién lo dijo.
Cuéntame cómo lo preparaste.

Los signos de admiración o de exclamación (¡!) se emplean para encerrar e indicar la entonación de la oraciones exclamativas, exhortativas o imperativas. Ejemplos:
¡Huy que oso!   |    ¡Siéntese!    |      ¡Cállate que me desesperas!


La raya () se usa para
1)     Indicar las intervenciones de un diálogo. Ej.:
¿Qué hiciste ayer?
Solo descasar.
2)     Enmarcar los comentarios o precisiones del narrador con respecto a las intervenciones de los personajes.
—Nunca estuvo aquírespondió Telésforo con enojo.

3)     Encerrar incisos explicativos. Ej.:
Ahí estaba Emilia—su buena amiga—dispuesta a ayudarlo.

Los paréntesis ( ) se emplean para
1)     Encerrar oraciones o frases aclaratorias que estén desligadas del sentido de la oración en que se insertan. Ejemplo:
Para tu información (y no es por dármelas) yo sé mucho sobre ese tema.

2)     Para encerrar anotaciones adicionales como fechas, lugares, explicaciones de siglas. Ejemplos:
Nuestro SEI (Sistema de Evaluación Institucional) no dice nada al respecto.
Ese día (11 de septiembre) ella estaba de cumpleaños.


Webgrafía



FIGURAS LIETERARIAS II - 8º

Figuras literarias (II) – 8° grado

Las figuras literarias o retóricas son recursos que usan los escritores para expresar sus ideas con cierta belleza y para captar así la atención de los lectores.

Metáfora. Expresa una semejanza de una cosa con otra, pero la comparación es implícita. Ejemplos:

Las ciudades son ensueños
(Se comparan las ciudades con un ensueño, y ambos tienen en común parecer “irreales”)

Tu fantástica risa de oro y plata (La risa y esos metales tienen en común el brillo)

Símil. Expresa la semejanza entre dos ideas, con una comparación explícita al usar "como" y "cual". Ejemplos:   
Me dejaste desolado y triste, / cual un campo sin flores y sin cielo.

Tu risa es como oro y plata. (La comparación de la risa con el oro y la plata se hace explícita mediante el uso de la conjunción comparativa “como”, y lo que tienen en común los dos elementos comparados puede ser el sonido metálico o su brillo.

Aliteración. Repetición de sonidos iguales o parecidos en palabras sucesivas de un mismo verso, estrofa o frase. Generalmente se tienen en cuenta las consonantes. Ejemplos:
  
            El armónico canto que se acaba (se repite el sonido de “k”)
            Calza su pie de céfiro y desciende (se repite el sonido “s”)

Antítesis. Se contraponen dos ideas opuestas (día – noche | grande – pequeño). Ejemplos:

La brilladora lumbre es la alegría, / la temerosa sombra es el pesar.

            Tú eres fatal ante la muerte. Yo soy fatal ante la vida.

Hipérbole. Es una exageración retórica que si se interpreta literalmente deforma la realidad.

Estaba bañada en un mar de lágrimas.

Llegó tan hondo el beso / que traspasó y emocionó los muertos

Hipérbaton. Consiste en disponer los elementos de la oración de modo diferente al considerado regular.

De verdes sauces hay una espesura (en vez de Hay una espesura de verdes sauces)

Consolarlo pudiera el peregrino / con las de su edad corta historias largas
(El peregrino pudiera consolarlo con las historias largas de su edad)

Pleonasmo. Es una redundancia, repetición innecesaria, pero usada con intención literaria.
Sonaron las campanas del campanario  | Bésame con besos de tu boca
           
Ironía. 1. Se dice una cosa para dar a entender otra.    2. Burla disimulada.  3. La ironía trágica ocurre cuando un héroe lucha por algo y obtiene el resultado contrario. Ejemplos: ¡Huy, pero qué inteligente es usted! (significando que no lo es).  Ironía trágica: Un hombre ahorra para comprar un televisor y poder entretenerse; el día que lo compra, por un accidente, el televisor le cae encima y lo deja en coma.

Retruécano.  Las palabras de una frase que se acaba de decir luego se dicen en orden alterado y resulta un juego de palabras. Ejemplos: 

No se vive para comer sino que se come para vivir.
Señora, no le quite años a su vida, póngale vida a sus años.

Asíndeton. Se presenta una serie de elementos sin usar conjunciones. Produce un efecto de rapidez.

Acude, corre, vuela, / traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
Desencajados los ojos, entreabierta la boca, blancos los labios, rígidos los miembros, muerta; ¡muerta de horror!

Polisíndeton. Repetición de conjunciones para enlazar elementos. Produce un efecto de cadencia, de lentitud, de que los elementos aparecen gradual, paulatinamente. Ejemplos

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror


PRÁCTICA

Escribe en tu cuaderno un ejemplo original de cada figura literaria.